domingo, 9 de septiembre de 2012

MORTERA acoge la presentación del libro ‘MORTERA DE PIELAGOS. 125 años de su iglesia’


La publicación recoge en 116 páginas la historia más reciente del pueblo, tomando como referencia inicial la construcción de la Iglesia Parroquial de la Inmaculada Concepción y San Julián, obra donada por los Condes de la Mortera a su pueblo en 1886.


MORTERA DE PIÉLAGOS.

   La localidad de Mortera acogió el pasado miércoles la presentación del libro ‘Mortera de Piélagos. 125 años de su iglesia’ escrito por José Antonio Sánchez Díaz, vecino del pueblo desde 1990, y que repasa la historia de la localidad de Piélagos desde la inauguración de su iglesia en 1886 hasta nuestros días.

   El acto tuvo lugar a las 20.00 horas en el local municipal de Mortera con la intervención del presidente de la Junta Vecinal de Mortera, Daniel Salas; el párroco de Mortera, Javier Calzada;  la concejala de Cultura, Eva Arranz; el alcalde de Piélagos, Enrique Torre y el autor del libro José Antonio Sánchez.

   En su intervención, Sánchez  explicó que, aunque inicialmente se iba a configurar como una revista conmemorativa del 125 aniversario del templo, el resultado final ha sido una publicación de 116 páginas y editado en color que  busca “poner en valor el patrimonio de los vecinos de Mortera ligado a su historia local”.

   Según informó, durante la elaboración del libro, ha recopilado información y fotos de las últimas décadas del pueblo y de la vida parroquial, algunas de ellas facilitadas por los propios vecinos y otras procedentes de bibliografía y con el asesoramiento de la Fundación Antonio Maura.

   El libro ‘Mortera de Piélagos. 125 años de su iglesia’ se inicia en la mañana del 27 de abril de 1886 cuando el obispo de Santander D. Vicente Santiago Sánchez de Castro, rodeado de las autoridades de la época y vecinos de Mortera y pueblos limítrofes, inauguró la iglesia bendecida el día anterior por el párroco D. Cipriano de Bezanilla Pereda.

  El presidente de la Junta Vecinal de Mortera, Daniel Salas, por su parte, resaltó la evolución “espectacular” de Mortera en los últimos 125 años, ya que como revela la publicación, la localidad ha pasado de tener una pequeña población de apenas 20 habitantes a los alrededor de 2.000 actuales.

   Asimismo, subrayó que el libro muestra cómo la iglesia ha sido un “nexo de unión” de sus habitantes. “Los innumerables eventos y celebraciones religiosas han logrado reforzar nuestro sentimiento como pueblo, como un grupo colectivo con una identidad propia”,  resaltó.

  El cura-párroco de Mortera, Javier Calzada, fue el encargado de presentar al autor de la publicación José Antonio Sánchez, vecino de Mortera desde 1990 que participa de forma activa en las labores de rehabilitación y mantenimiento del templo así como en los actos y actividades parroquiales.

   Finalmente, el alcalde de Piélagos, Enrique Torre, puso en valor el patrimonio que supone la iglesia de Mortera para el municipio. Inaugurada en 1886, el mecenas e impulsor del proyecto fue el primer Conde de la Mortera, Don Ramón de Herrera y San Cibrián, que invirtió 50.000 duros de la época para el disfrute de sus vecinos.

   Torre recordó que el arquitecto diocesano Alfredo de la Escalera y Amblard,-- autor de numerosas construcciones en Cantabria como la plaza de toros de Santander-- , fue el encargado de realizar los planos y dirigir la obra de este templo que cuenta en su interior con una talla en madera policromada de la Inmaculada Concepción de María, una obra del escultor valenciano Mariano Benlliure.

EL LIBRO

Escrito por José Antonio Sánchez,  la publicación realiza un recorrido por la historia de este pueblo de Piélagos a través de documentos, fotos y crónicas de la época hasta la actualidad. De esta forma, el libro muestra el crecimiento de esta localidad que en los últimos años ha visto crecer su población que actualmente ronda los 2.000 habitantes censados.

El templo fue impulsado por el primer Conde de la Mortera, Don Ramón de Herrera y San Cibrián que invirtió 50.000 duros de la época en este edificio, para el disfrute de sus vecinos. El arquitecto diocesano Alfredo de la Escalera y Amblard,-- autor de numerosas construcciones en Cantabria como la plaza de toros de Santander-- ,fue el encargado de realizar los planos y dirigir la obra que se inició en 1880. Se trata de una construcción de cruz latina, con tres naves abovedadas, cabecera poligonal, dos capillas, pórtico y torre de dos cuerpos.

   Precisamente su esbelta torre-campanario, de 27 metros,  es lo más característico de la construcción, donde encontramos dos campanas refundidas de 200 y 300 kg llamadas ‘Jesús, María y José’ (año 1950), e ‘Inmaculada Concepción’ (año 1964), respectivamente.

   El interior se encuentra presidido por un retablo en el que destaca la talla en madera policromada de la Inmaculada Concepción de María (obra del escultor valenciano Mariano Benlliure), que fue regalo de los Condes de la Mortera-Duques de Maura en el año 1953, con motivo de sus bodas de oro matrimoniales.

IMPORTANCIA DE LOS CONDES

    Con la inauguración del templo en 1886 como punto de partida, el autor dedica varios capítulos a la biografía de los “protagonistas” de aquel 27 de abril resumiendo aspectos de la vida del arquitecto diocesano, el obispo y principalmente de sus mecenas, los Condes de la Mortera- Duques de Maura. Su influencia benefactora se puede apreciar todavía en el pueblo y en la comarca, ya que además de la iglesia financiaron la construcción de las escuelas de Mortera y Liencres o la casa de los maestros, entre otros servicios vecinales.

  El libro realiza un recorrido por la vida parroquial de Mortera, resaltando el año 1997 cuando tuvo lugar la bendición de las obras de rehabilitación del templo, y dedica un capítulo al origen de las fiestas del pueblo dedicadas a San Ramón Nonato, instituidas por la casa condal.

Editado por Creática con el apoyo del Ayuntamiento de Piélagos, Junta Vecinal de Mortera, La Caixa y Bicanroc, S.L., el libro de 116 páginas y publicado a todo color se puede adquirir  en los establecimientos de venta de prensa de Mortera y en la propia parroquia por 8,95 euros.